El cambio de hora puede alterar nuestro ritmo biológico y provocar fatiga, insomnio o falta de concentración. Para minimizar sus efectos, sigue estos consejos y adáptate de forma más sencilla al nuevo horario.

Ajusta tu horario gradualmente

Empieza a acostarte y despertarte 15-30 minutos antes (o después, según el cambio) unos días antes de la modificación del reloj. Esto ayudará a que tu cuerpo se adapte progresivamente.

Aprovecha la luz natural

La exposición a la luz del sol es clave para regular el ritmo circadiano. Pasa tiempo al aire libre, especialmente por la mañana, para indicarle a tu cuerpo el nuevo horario.

Mantén una rutina estable

Intenta seguir un horario fijo para dormir, comer y hacer ejercicio. La consistencia en las actividades diarias facilita la adaptación al nuevo horario.

Evita estimulantes antes de dormir

Reduce el consumo de cafeína, alcohol y dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarte. La luz azul de las pantallas afecta la producción de melatonina, la hormona del sueño.

Cena ligero y temprano

Las comidas pesadas o tardías pueden dificultar el descanso. Opta por cenas ligeras y evita la cafeína o los azúcares en la noche.

Relájate antes de acostarte

Prácticas como la meditación, la lectura o los baños tibios pueden ayudarte a dormir mejor y facilitar la transición al nuevo horario.

Haz ejercicio, pero en el momento adecuado

El ejercicio físico es beneficioso, pero evita hacerlo justo antes de dormir, ya que puede activarte demasiado y dificultar el descanso.

Ajusta las siestas

Si necesitas una siesta, procura que no supere los 20-30 minutos y que sea antes de media tarde para no interferir con el sueño nocturno.

Sé paciente y escucha a tu cuerpo

Cada persona reacciona de manera diferente al cambio de hora. Si te sientes cansado, ajusta tu rutina según lo necesites y dale tiempo a tu organismo para adaptarse.

Usa ayudas naturales si es necesario

Infusiones como la valeriana, la manzanilla o la melisa pueden favorecer la relajación y el sueño sin necesidad de recurrir a fármacos.

Siguiendo estos consejos, reducirás el impacto del cambio de hora y disfrutarás de una transición más llevadera. ¡Aprovecha cada día con energía renovada!

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