¿Quién sería Frida Kahlo si viviera hoy? ¿Cómo se vestiría? ¿Qué siluetas, texturas y símbolos luciría sobre su cuerpo? A partir de estas preguntas, MALNE construye su nueva colección Primavera-Verano 2026, una propuesta profundamente artística, femenina y comprometida que no pretende recrear a la icónica pintora mexicana, sino encarnar su espíritu y vestirlo en clave contemporánea

Frida Kahlo ha sido, y sigue siendo, un símbolo de resistencia, dolor transformado en arte, belleza fuera de los cánones y libertad sin concesiones. En esta colección, los diseñadores de MALNE canalizan esa fuerza en una serie de looks que transitan por la sofisticación, la osadía y la poética visual.

Una colección cargada de simbolismo y oficio

Las siluetas proponen un equilibrio entre lo estructurado y lo orgánico, entre lo masculino y lo hipersensual. Corsés que remiten a la ortopedia que Frida convirtió en arte se mezclan con amplias faldas con vuelo pictórico. Faldas columna que celebran el cuerpo femenino y piezas reinterpretadas con escotes y mangas evocan la indumentaria tradicional mexicana.

Hay un diálogo constante entre lo histórico y lo futurista. Vestidos de mikado de seda en prints que remiten al trazo del pincel sobre el lienzo. Tejidos naturales como algodón y lino ofrecen frescura sin renunciar a la elegancia. La paleta cromática se mueve del blanco puro — adornado con flores bordadas y mariposas artesanales — al negro absoluto, que en MALNE es siempre un statement de sofisticación.

La colección se completa con bordados en hilo metálico, aplicaciones de plumas etéreas y motivos florales efecto ‘wet painting’ que convierten cada pieza en un microcosmos de texturas. El resultado es una propuesta que no viste cuerpos, sino narrativas. Una colección que no sigue tendenciasm las crea desde la emoción y el arte.

La musa: Susana Moreno, belleza real y disruptiva

En su campaña, la imagen de esta Frida del siglo XXI no podía ser otra que la de Susana Moreno, ex modelo internacional —rostro de portadas de Vogue y musa de fotógrafos como Mario Testino o Steven Meisel— y actual educadora social. A sus 45 años, Susana es una mujer que ha trascendido los límites del fashion system para dedicarse a transformar vidas, como lo haría una Frida contemporánea. Su presencia en la campaña y en la pasarela de MALNE no es solo una elección estética, es un manifiesto.

Con su melena trenzada, su porte magnético y su historia de vida, Susana encarna la esencia de la colección: valentía, autenticidad y belleza sin filtros.

Un armario para la mujer que no teme ser arte

En “Frida XXI”, cada prenda es una pieza de conversación. No hay concesiones al minimalismo vacío, sino una búsqueda consciente de la complejidad: formas escultóricas, cortes inesperados, y detalles que cuentan historias. La mujer Malne es artista de sí misma. Viste con intención. Celebra su vulnerabilidad como fuente de fuerza. No se disfraza, se declara.

Esta colección es una invitación a mirar la moda no como un accesorio, sino como un lenguaje. Un tributo a Frida, sí, pero también a todas las mujeres que, como ella, deciden ser libres.

*Imágenes: cortesía