Moda

Esta edición Primavera/Verano 2026, el estudio Agatha Ruiz de la Prada ha dado un paso más uniendo moda y tecnología, y ha pedido a un robot de Inteligencia Artificial que se convierta en uno más dentro de la creación de la colección. Tal y como comentan desde la marca, «los resultados fueron tan divertidos que decidimos tomárnoslos como un reto para convertir estas alucinaciones digitales en una realidad tridimensional de toda la vida».
El espacio para la creatividad en un mundo en el que existe la Inteligencia Artificial es el gran tópico global del momento, y la respuesta de la diseñadora y su estudio creativo ha sido abrirse a sus curiosas posibilidades extra-humanoides, mucho más frikis, surrealistas e híper-agathistas de lo que podría imaginarse.
«Al crear contenido a través de Inteligencia Artificial, entramos en el fenómeno robótico del ‘valle de lo inquietante’, donde las cosas no parecen enteramente lo que son; se trata de pequeñas imperfecciones o idiosincrasias que nos recuerdan que el creador no es del todo humano y en su mundo rigen otras reglas«, con cuentan desde la marca.
Todo es un gran juego con nuestra propia imagen; un dialogo entre la creatividad loca de la inteligencia artificial, el diseño artesanal y las técnicas tradicionales de la alta costura.
Así ha sido el proceso con la IA
Este fenómeno digital y delirante ha llevado a la firma española a construir vestidos como monstruos derretidos que lloran gotas de lluvia de colores, vestidos con branquias de pez en organzas de neón, vestidos como una peonza invertida decorada con corazones agathistas, vestidos de bolas que parecen pixeles digitales, vestidos cortina de ducha, vestidos como platillos voladores con los iconos de la casa, faldas de polipiel con lenguas metalizadas verdes y moradas colgando de ellas emulando la base de una magdalena, estructuras sorprendentes e inesperadamente agathistas como una seta de flores tulipán invertidas que crean un inmenso paraguas multi-color (que se podría haber escapado perfectamente del universo Nintendo) o una menina de nubes peluda sobre un fondo rosa palo. En general, diseños que juegan con el fetiche digital de la sinestesia, el hiperrealismo y la morbosidad táctil.
Este experimento ha sido toda una educación en el ‘agathismo contemporáneo’. El robot ha rastreado la huella digital de la marca y ha lanzado propuestas utilizando la estética tan definida como una variable más en el algoritmo. Su resultado tiene un punto macabro, onírico y desconcertante que desde Agatha Ruiza de la Pran han llevado al ámbito teatral a través de vestidos sumamente surrealistas, algunos con telones de tul incluidos en sus faldas. Las nubes, los arcoíris, las lluvias de gotas de colores o de iconos agathistas son matices recurrentes que emergen de esta fantasmagoría del agathismo digitalizado.
«Los juegos de volúmenes han sido uno de los desafíos principales para nuestro taller», nos explican, «quienes han simulado la extraña satisfacción casi táctil de las imágenes de Inteligencia Artificial a través de distintas interpretaciones de organzas, tules, lentejuelas, crep de seda, plisados de algodón, neopreno, cintas de gross-grain, tafetán, lurex y crinolina», continúan desde la firma.
El desfile en MBFWMadrid
La diseñadora ha apostado por el surrealismo en su puesta en escena sobre la pasarela en IFEMA, presentando la colección a través de una experiencia inmersiva única: una Ágatha convertida en marioneta teatral, construida gracias al ingenio de Elisava e interpretada por la actriz Nuca López, supervisa el fitting de las modelos a punto de desfilar en tiempo real.
La moda y la fantasía se funden en un espectáculo de variedades agathistas en el que entran en juego los collares y relojes de Karambake, unos cuellos hinchables creados junto a Saica, y unas calcomanías exclusivas, presentadas por primera vez en pasarela. La colección incorpora nuevos diseños de bolsos, bandoleras y maletines para la mujer y el hombre, en colaboración con Noco, una capa de joyas que luce la artesanía mexicana de Morena Corazón y y la la colección de zapatos en colaboración con Xyon Sneakers y Mariscal.
El escenario se convierte en un laboratorio de sueños agathistas donde conviven prototipos y productos emblemáticos de la casa, acompañados por colaboraciones con aliados como Chocolates Marcos Tonda, Carmencita, y los nuevos arneses para perros diseñados con MyPug&Co.
El desfile también ha celebrado un hito histórico: el 25º aniversario del perfume Flor, con el lanzamiento de la nueva fragancia De Flor en Flor, una alianza inigualable con el Grupo Puig.
Además, OPTIM presenta una cápsula deportiva de gafas con pantallas en rosa y azul, creadas especialmente para este show; y Rolser, que sorprende con el diseño de nuevos carritos de la compra que reimaginan lo cotidiano incorporando el factor Agatha Ruiz de la Prada en su ecuación.
*Imágenes: cortesía