Hay hoteles que son destinos y que se viven como un viaje. Y luego está el Four Seasons Madrid. Para muchos, el hotel de lujo más espectacular de la capital, y no solo por sus suites monumentales o por su spa urbano (el más grande de España), sino por algo mucho más difícil de explicar: la historia que late en cada rincón y los secretos que guarda entre sus muros. Te abrimos las puertas de este universo único para descubrir por qué se ha convertido en un icono. Un recorrido por su arquitectura, su arte, su gastronomía y esas sorpresas que casi nadie conoce. Porque sí: alojarse en el Four Seasons Hotel Madrid es también, de alguna manera, dormir en un hotel que está dentro de una caja fuerte.

Un lugar histórico transformado

El Four Seasons Hotel Madrid no ocupa un edificio cualquiera. Se levanta en el Palacio de La Equitativa, un icono de 1887 que primero fue sede de la mayor aseguradora del mundo y después, durante casi un siglo, del Banco Español de Crédito. Su cúpula de cobre y el reloj en la esquina de Alcalá con Sevilla han marcado el ritmo de la ciudad durante generaciones.

Una entrada secreta

Entrar hoy en el hotel es, de algún modo, entrar en esa historia. Muchos no lo saben, pero una de las puertas de acceso se hace atravesando literalmente la entrada de una antigua caja fuerte desde la Galería Canalejas. Y basta con detenerse un instante en el lobby para reconocer las columnas de mármol verde, los capiteles dorados o las vidrieras centenarias que pertenecieron al banco.

Una transformación única

La restauración que lo transformó en Four Seasons Madrid fue titánica: siete edificios unidos en un solo complejo, más de 16.000 piezas rescatadas y devueltas a su lugar, y un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo contemporáneo gracias a estudios como Estudio Lamela o Martin Brudnizki.

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

Esa mezcla es lo que lo convierte en un hotel de lujo en Madrid distinto: no se trata solo de dormir en una suite, sino de habitar un pedazo de la historia de la ciudad con todas las comodidades del presente.

La bienvenida

La primera impresión empieza nada más cruzar las puertas. El lobby del Four Seasons Madrid impone: techos altísimos, mármoles centenarios y una luz que se filtra desde lo alto y obliga a levantar la vista. Uno no puede evitar quedarse quieto un momento, mirando hacia arriba, hacia la cúpula y la gran escultura que domina el espacio, como si quisiera recordarnos que este edificio siempre fue un lugar de poder.

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

Esa energía, tan propia de los grandes hall de hoteles del mundo, se combina con la calidez del servicio. El equipo te recibe con la excelencia que caracteriza a la marca, pero aquí la magia está también en los detalles: enseguida entiendes que no estás en un hotel cualquiera: es un escenario donde pasado y presente conviven en perfecta armonía.

Nuestra suite

Nos alojamos en una One-Bedroom Suite con vistas directas a la Plaza de Canalejas, un escenario vibrante de Madrid que se convierte en parte del propio espectáculo cuando abres las cortinas por la mañana. Pero lo que más sorprende no está fuera, sino dentro.

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

El recibidor es toda una declaración de intenciones: se accede desde un pequeño hall elevado y, al abrir la puerta, hay que descender unas escaleras que desembocan en un salón de techos altos. Esa perspectiva en altura hace que la entrada a la suite sea casi teatral.

Historia en cada rincón

Cada detalle habla de la historia del edificio. Los pomos de las puertas, las manillas de las ventanas o los acabados en madera no son meros caprichos decorativos: son piezas originales del antiguo banco, cuidadosamente restauradas para integrarse en un entorno de lujo contemporáneo. El resultado es un espacio que combina amplitud, calidez y carácter, donde cada rincón recuerda que estás durmiendo en un lugar con alma.

Un baño celestial

El baño, recubierto de mármol en tonos blancos y grises, con bañera y ducha independiente, transmite una sensación de calma absoluta, como si el tiempo se detuviera. Además, los productos de Rossano Ferretti convierten incluso la rutina más sencilla en un ritual de cuidado. Y luego está la cama: un colchón diseñado en exclusiva para Four Seasons, en el que la noche se siente como entrar en otra dimensión del descanso.

El resultado es un espacio que combina amplitud, calidez y carácter, donde cada rincón recuerda que estás durmiendo en un lugar con alma, pero con el confort más contemporáneo.

Gastronomía con vistas

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

Si hay un lugar donde se entiende la personalidad del Four Seasons Hotel Madrid es en Dani Brasserie, la propuesta en la azotea firmada por Dani García. Tras el mármol solemne del lobby y los ecos históricos del banco, aquí todo es color, frescura y un aire art déco vibrante. Visitarlo es como entrar en otro universo dentro del mismo edificio.

Cenas por todo lo alto

Las cenas al atardecer son un espectáculo en sí mismas. Desde la terraza se contemplan los tejados de Madrid teñidos de tonos dorados, mientras en la mesa desfilan platos que mezclan raíces españolas con influencias tropicales y cosmopolitas. Probamos desde el ceviche de lubina y vieiras con maíz y jalapeños hasta el red tuna con lima y aceituna negra, sin olvidar la frescura de la ensalada de kale y bimi. Cada bocado reafirma la idea de que Dani Brasserie Madrid es mucho más que un restaurante de hotel: es un destino gastronómico por derecho propio.

Un desayuno muy especial

Y si la cena es inolvidable, el desayuno se convierte en el momento más mágico. El buffet, dispuesto como una isla tropical, rebosa frutas exóticas, zumos recién exprimidos al gusto y un servicio impecable que convierte la primera comida del día en un ritual. Es, quizás, la mejor manera de entender lo que significa este hotel: un auténtico resort vertical en Madrid, donde cada planta es un mundo distinto.

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

Un spa en las alturas

El Four Seasons Hotel Madrid no solo presume de historia: también alberga el spa urbano más grande de España, con más de 1.400 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas. Un verdadero templo del bienestar en pleno centro de la capital, donde conviven cabinas de tratamientos, sauna, baño de vapor y un gimnasio equipado con la última tecnología de Technogym.

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

La piscina más luminosa

Pero la joya está arriba. La piscina interior, iluminada por una gran cristalera, se convierte en un remanso de paz luminoso en las alturas de Madrid. En verano, la experiencia se completa con el solárium de la terraza, un lugar perfecto para desconectar sin salir del corazón de la ciudad. Aunque no probamos los tratamientos, la oferta es extensa: desde los protocolos de firmas exclusivas como 111Skin o iS Clinical hasta el Hair Spa de Rossano Ferretti, único en España.

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

El resultado es un espacio que refuerza la idea de resort urbano de lujo en Madrid: de la solemnidad histórica del lobby se pasa, piso a piso, a un universo de calma y bienestar suspendido sobre los tejados madrileños.

Arte en cada rincón

El Four Seasons Madrid no se conforma con ser un hotel: también funciona como una galería de arte contemporáneo. Más de 1.500 piezas (pinturas, esculturas, fotografías…) se reparten entre habitaciones, pasillos y espacios comunes, fruto de una cuidadosa selección comisariada por Paloma Fernández-Iriondo. La idea fue clara desde el principio: rendir homenaje al pasado del edificio y, al mismo tiempo, dar voz al talento emergente español.

Un contraste genial

En el lobby, la gran protagonista es una escultura monumental de KAWS, que introduce un contraste inesperado frente a las columnas de mármol verde y los capiteles dorados rescatados del antiguo banco. Es el mejor ejemplo de lo que ocurre en todo el hotel: lo clásico convive con lo contemporáneo sin perder coherencia.

El hotel de lujo que está dentro de una caja fuerte

En las suites encontramos relieves en yeso inspirados en piezas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; en los pasillos, instalaciones que juegan con la luz y la imaginación, como la célebre Starry Night de Eduardo Pérez-Cabrero. Pasear por el Four Seasons Hotel Madrid es, en cierto modo, recorrer una exposición viva que cambia de registro en cada planta.

un icono vertical en el corazón de Madrid

El Four Seasons Madrid no es solo un hotel de lujo. Es un viaje en vertical por distintas capas de la ciudad: desde la solemnidad histórica de un banco centenario hasta la calma luminosa de un spa acristalado, pasando por la energía tropical de un rooftop gastronómico con vistas infinitas.

Lo que lo hace único es precisamente esa mezcla imposible de fabricar: la grandeza y el servicio impecable de Four Seasons unidos al alma de un edificio que forma parte de la historia de Madrid. Aquí no se duerme únicamente en una suite de lujo; se duerme entre muros que han sido testigos de banqueros, aseguradoras y cajas fuertes. Y esa dimensión histórica, combinada con todos los amenities y servicios de un hotel de gran lujo, es lo que convierte al Four Seasons Hotel Madrid en un icono absoluto de la ciudad.

*Imágenes: cortesía