Con el verano llega una de las principales preocupaciones en lo que a la salud capilar se refiere: cómo cuidar correctamente el pelo y evitar el daño del sol. Así, desde Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar, explican que la exposición solar tiene muchos efectos sobre el cabello y sobre el cuero cabelludo. En concreto, los que afectan al cabello son los siguientes:

  • Deshidratación de la fibra capilar: la radiación ultravioleta (UV) altera la estructura de la cutícula, la capa externa del cabello, provocando que pierda su capacidad de retener agua, dando como resultado un cabello más seco, poroso y quebradizo.
  • Pérdida de brillo y color: tanto el color natural como el teñido se oxidan con la exposición solar. El cabello puede adquirir tonos más claros, apagados e incluso un aspecto “quemado”. En personas con tintes o mechas, esto se agrava notablemente.
  • Rotura y puntas abiertas: la debilidad de la fibra capilar expuesta al sol, sumada al roce con cloro o sal del mar, incrementa la fractura del tallo, lo que se traduce en puntas abiertas y una apariencia poco saludable.
  • Alteración de la queratina: la radiación UV daña las proteínas estructurales del cabello, tales como la queratina, lo que disminuye la resistencia del pelo al peinado, al calor o a tratamientos químicos.

Además, como se ha puntualizado anteriormente, el sol también afecta al cuero cabelludo. “En concreto, puede provocar quemaduras solares, especialmente en aquellas zonas con poco cabello o pelo muy fino. Estas quemaduras pueden producir enrojecimientoardordescamación e incluso pequeñas heridas. Igualmente, también puede aparecer una inflamación crónica o dermatitis actínica (afección inflamatoria de la piel causada por una reacción excesiva a la exposición a la radiación ultravioleta) en exposiciones repetidas, que puede desencadenar un desequilibrio del folículo piloso, dificultando el crecimiento normal del cabello. Por otro lado, en algunos casos, puede ocasionar un aumento de la caída estacional del cabello, especialmente en otoño, como respuesta a los daños acumulados durante el verano”, expone la doctora Caggiano, de Hospital Capilar.

A esto último, la experta capilar añade que la exposición solar excesiva puede acelerar la caída del cabello, debido al estrés oxidativo acumulado sobre el folículo piloso. Dado que estos daños son acumulativos durante el verano, puede ocasionar también un aumento de la caída estacional, como se ha mencionado anteriormente.

Al respecto, la doctora Caggiano recalca que “tenemos que saber que la exposición solar excesiva, en ningún caso va a ocasionar alopecia, pero sí puede exacerbar la caída capilar, en algunos tipos de ellas, por lo que es esencial tener en cuenta ciertas medidas básicas para proteger el cabello del sol tanto en verano como en climas muy soleados”.

Por otro lado, y como recuerdan desde Hospital Capilar, el sol también tiene efectos negativos sobre el tallo capilar: por un lado, los rayos UVB queman y dañan la capa superficial, mientras que los UVA penetran más profundamente y aceleran el envejecimiento del folículo. Por ello, es importante recordar que el cabello, como estructura queratínica, no se regenera como la piel, por lo que se vuelve más frágil, seco y quebradizo, perdiendo el brillo natural.

Así es como debes proteger el cabello del sol este verano

Estos son los principales consejos de la doctora Caggiano, de Hospital Capilar, para proteger el cabello del sol en verano o en climas muy soleados:

  • Utilizar gorros, pañuelos o sombreros, ya que la barrera física sigue siendo la protección más eficaz.
  • El uso de fotoprotectores capilares en spray: es importante tener en cuenta que deben cumplir con ciertas características, tales como que el producto incluya filtros de amplio espectro, tanto para UVB, como UVA; que tenga una textura ligera y no grasa, ya que debe ser cómodo y que no apelmace el cabello ni deje residuos pesados; que sea resistente al agua y al sudor; que cuente con activos antioxidantes, es decir, ingredientes como vitamina E, pantenol, aceite de argán, extracto de uva o té verde; que sea adecuado para el cuero cabelludo sensible; que no contenga siliconas pesadas ni alcoholes secantes y que se adapten al tipo de cabello específico (rizado, teñido, fino o con tendencia grasa).
  • Evitar exposiciones prolongadas entre las 12:00h y las 17:00h.
  • Aclarar el cabello tras el baño en piscina o mar para eliminar cloro y sal.
  • Hidratación intensiva con mascarillas o aceites naturales como el de argán o coco, por ejemplo.

El pelo como barrera protectora natural frente al sol

Una de las cosas que no todo el mundo sabe es que el cabello actúa como barrera protectora natural frente al sol, ya que, desde el punto de vista médico, el cabello tiene funciones claras. Una de ellas es la amortiguación térmica, es decir, el pelo reduce la exposición directa del sol al cuero cabelludo.

Por otro lado, también actúa como dispersión del calor, ayudando a regular la temperatura corporal en la cabeza y como protección a la radiación UV, porque la fibra capilar actúa como una pantalla parcial frente a los rayos solares, especialmente en zonas densas del cuero cabelludo.

No obstante, como explica la doctora Caggiano, a pesar de que el cabello ofrece cierta protección, no es uniforme ni total. Por ejemplo, las zonas con poco cabello (entradas, coronilla o cabello fino) quedan más expuestas, siendo especialmente vulnerables a quemaduras solares. Por otro lado, los cabellos claros, teñidos o decolorados, protegen menos que los oscuros y naturales, ya que reflejan más luz, pero absorben menos radiación. Además, el cabello mojado por mar o piscina pierde parte de su capacidad protectora temporalmente.

*Imagen: cortesía