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Puede que tu look esté listo, tus billetes confirmados y tu itinerario perfectamente pineado en Google Maps… pero, ¿has pensado en el roaming? Spoiler: si no lo haces, el souvenir más caro de tus vacaciones puede llegar en forma de factura telefónica.
Porque sí, roaming suena a término técnico de operadora, pero en realidad es la clave para no quedarte sin conexión ni sin cuenta corriente. Y más aún si este verano decides cambiar el chiringuito por Santorini o escaparte a ver el atardecer en Marrakech.
Aquí van nuestros consejos para viajar con datos, estilo y tranquilidad. Porque hay muchas cosas que te pueden estresar en vacaciones… pero tu móvil no debería ser una de ellas.
Activa el modo lista informada: ¿a dónde vas?
Antes de lanzarte al avión, verifica si tu destino está dentro de la UE o no. Buena noticia: en los países de la Unión Europea (más Islandia, Liechtenstein y Noruega), el roaming es gratuito para la mayoría de operadoras españolas. Eso significa que puedes usar tus datos, llamadas y SMS como si estuvieras en casa. Sin sorpresas.
Pero cuidado si vas más allá (Reino Unido incluido post-Brexit, Suiza, Turquía, EE.UU., Asia, África…). En esos casos, los megas se pagan —y no precisamente baratos.
Consulta tu operadora (y no lo dejes para el aeropuerto)
Cada compañía tiene sus propias condiciones. Y lo que un año fue gratis, este puede tener letra pequeña. Entra en tu app, llama o revisa la web antes de salir. Algunas ofrecen bonos internacionales, tarifas por días o incluso pases especiales para vacaciones.
Y si tienes pensado ver Euphoria desde una hamaca en Bali… mejor contrata algo antes de abrir HBO con roaming activo.
¿Tu plan no incluye roaming? Estas son tus opciones:
eSIM:
Ideal para no andar cambiando tarjetas. Puedes descargar un plan de datos local directamente en tu móvil si es compatible. Hay apps como Airalo, Holafly o Truphone que ofrecen packs por país, región o días.
SIM local:
La clásica. Llegas, compras, cambias. Perfecta si vas a estar en un solo país y usas mucho el móvil.
Pocket WiFi:
Dispositivo que llevas contigo y ofrece conexión a varios móviles. Útil si viajas en grupo y queréis repartir megas como buenos amigos.
Evita los “tragadatos” silenciosos
Aunque no uses el móvil, muchas apps se actualizan solas, sincronizan fotos, suben vídeos o localizan tu posición constantemente. Desactiva la actualización automática, restringe el uso de datos en segundo plano y activa el “modo bajo consumo” si no necesitas estar conectada cada segundo.
Consejo bonus: descarga mapas, playlists y series antes de viajar. El entretenimiento offline es tu mejor aliado a 10.000 metros de altura (y fuera de la UE).
Y si no quieres complicarte… modo avión + WiFi
A veces, lo más simple funciona: modo avión activado y WiFi de hotel o cafetería. Sí, no tendrás conexión 24/7, pero ganarás tiempo para mirar el mar, el cielo, o esa carta de cócteles sin distracciones.
¿No era eso el verdadero propósito del viaje?
Viajar sin roaming puede ser una liberación. Pero viajar con él bajo control… es una conquista. Haz de tu móvil un aliado, no un lastre. Y recuerda: tu mejor post del verano no es el que subes desde una terraza en Mykonos. Es el que disfrutas, sin prisa, sabiendo que no te va a llegar una factura para llorar en septiembre.
*Imágenes: Pexels