La colección Primavera-Verano 2025 de Valentino, bajo la dirección creativa de Alessandro Michele, ha marcado un regreso audaz a los años 60, en un momento donde las tendencias parecen inclinarse hacia una estética más conservadora y elegante.

En lugar de seguir el camino predecible, Valentino desafía las normas, trayendo una propuesta cargada de juventud, rebeldía y un claro homenaje a la contracultura de esa década.

Michele logra fusionar la historia de la moda con las necesidades actuales, creando una estética que conecta lo antiguo con lo contemporáneo.

La propuesta de Valentino para esta temporada está llena de contrastes. Los vestidos vaporosos y las prendas inspiradas en la lencería íntima se mezclan con volantes exagerados y pailettes brillantes que evocan una energía teatral y festiva.

Los detalles orientalistas, como bufandas, casacas y turbantes, aportan un aire exótico que remite a la década de los 60, una era marcada por la hibridación cultural.

Sin embargo, no todo es exceso; hay también una fuerte presencia de sastrería en tonos blancos y neutros, que proporciona un equilibrio entre el lujo desbordante y la elegancia sobria.

La paleta de colores, aunque predominada por el blanco roto, se anima con matices orientales y detalles extravagantes. Michele utiliza una gama de tonos terrosos y metálicos que acentúan la riqueza de las texturas y tejidos.

Los accesorios, siempre fundamentales en las colecciones de la firma, juegan un papel destacado. Los bolsos de porcelana en forma de gatos y los flecos en prendas y complementos añaden un toque de excentricidad que rompe la uniformidad.

Además, el estilismo se vuelve clave, con la incorporación de séptums y otros detalles bohemios que transforman a las modelos en musas hippies modernas.

A medida que avanzaba el desfile, la colección evolucionó hacia una estética más desinhibida y festiva, ideal para noches interminables llenas de música y disfrute.

No es una colección para la oficina, sino para la persona que busca destacarse en eventos sociales. Michele apuesta por una individualidad audaz, con un Valentino que celebra la diversidad y rompe con la homogeneidad.

El Valentino de Primavera-Verano 2025 es, sin duda, una celebración de la libertad creativa y del espíritu bohemio. Un Valentino con memoria, pero con los ojos puestos en el futuro.

*IMAGEN: Valentino