El verano es la época perfecta para lucir nuestras joyas favoritas, pero el calor, la humedad, el agua de mar y el cloro de las piscinas pueden afectar su brillo y durabilidad. Para mantener tus joyas en perfecto estado durante los meses de calor, es fundamental seguir una serie de cuidados específicos.

Siguiendo estos sencillos consejos, podrás disfrutar de tus piezas favoritas durante toda la temporada estival sin preocuparte por su estado. Recuerda que la prevención es clave, y con un poco de atención, tus joyas brillarán tanto como el primer día.

Evita el Contacto con el Agua

El agua de mar y el cloro de las piscinas pueden ser especialmente dañinos para las joyas, ya que pueden causar decoloración y dañar el acabado de los metales. Siempre que sea posible, retira tus joyas antes de nadar en el mar o en la piscina. Si te sumerges con ellas, asegúrate de enjuagarlas bien con agua dulce después y secarlas cuidadosamente.

Protege tus Joyas del Sol

La exposición prolongada al sol puede afectar el brillo de las piedras preciosas y causar decoloración en los metales, especialmente en la plata. Cuando no estés usando tus joyas, guárdalas en un lugar fresco y alejado de la luz solar directa. Si vas a estar mucho tiempo al aire libre, considera llevarlas en una bolsita protectora.

Cuidado con los Productos Cosméticos

Los productos de belleza como cremas solares, lociones y perfumes pueden contener químicos que dañan las joyas, especialmente aquellas que contienen perlas o piedras porosas. Aplica estos productos antes de ponerte las joyas y espera a que se absorban completamente antes de colocarlas. Esto evitará que los productos se adhieran a la superficie de las joyas y las dañen.

Limpieza Regular

Durante el verano, las joyas pueden acumular sudor, arena y residuos de productos cosméticos. Es importante limpiarlas regularmente para mantener su brillo y evitar que los residuos se acumulen y dañen la pieza. Si tus joyas son de oro y plata, puedes limpiarlas con un paño suave y agua jabonosa, después enjuágalas bien y sécalas completamente. Si tus joyas incluyen piedras preciosas, utiliza un cepillo suave y agua tibia para limpiar suavemente alrededor de las piedras, evitando sumergirlas si no estás seguro de su resistencia al agua.

Guarda tus Joyas Correctamente

Cuando no estés usando tus joyas, guárdalas en un estuche adecuado, preferiblemente forrado con tela suave. Evita dejarlas sueltas en el bolso o mezcladas con otras joyas, ya que esto puede causar arañazos y daños. Si viajas, considera utilizar un estuche de viaje específico para joyas que las mantenga protegidas y organizadas.

Revísalas Regularmente

Durante el verano, las joyas pueden estar más expuestas a golpes y enganches. Revisa regularmente que las piedras estén bien aseguradas y que los cierres funcionen correctamente. Si notas algún daño, lleva tus joyas a un profesional para que las repare antes de seguir usándolas.

Alterna las Joyas

Para evitar el desgaste excesivo, alterna el uso de tus joyas. En verano, es tentador usar las mismas piezas favoritas todos los días, pero darles un descanso prolongará su vida útil. Además, te permitirá variar tu estilo y sorprender con diferentes combinaciones.