El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta, junto al Museo de Bellas Artes de Valencia, una exposición dedicada a la pintora figurativa española Rosario de Velasco (Madrid, 1904 – Barcelona, 1991). Comisariada por Miguel Lusarreta y Toya Viudes de Velasco, sobrina nieta de la artista, la muestra reúne una treintena de pinturas de los años 20 a los 40 del siglo pasado —los primeros y más destacados de su trayectoria artística— y una sección dedicada a su trabajo como ilustradora.

Nacida en Madrid, en el seno de una familia muy tradicional y religiosa, Rosario de Velasco inició su formación artística a los 15 años en la academia del pintor costumbrista Fernando Álvarez de Sotomayor, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y director del Museo del Prado en dos ocasiones. De esos años es su Autorretrato (1924), en el que firma ya con un monograma compuesto por las iniciales R, D y V, inspirado en el de Durero y que ha sido fundamental en la labor de localización de algunas de sus pinturas.  

Rosario de Velasco pintando Lavanderas (1934).

Nacida en Madrid, en el seno de una familia muy tradicional y religiosa, Rosario de Velasco inició su formación artística a los 15 años en la academia del pintor costumbrista Fernando Álvarez de Sotomayor, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y director del Museo del Prado en dos ocasiones. De esos años es su Autorretrato (1924), en el que firma ya con un monograma compuesto por las iniciales R, D y V, inspirado en el de Durero y que ha sido fundamental en la labor de localización de algunas de sus pinturas.  

El pájaro azul, 1927. Dibujo para la cubierta del libro ’Cuentos para soñar’, de María Teresa León.

Esta exposición, que cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, pretende redescubrir y poner en valor el trabajo de una de las grandes artistas españolas de la primera mitad del siglo XX. Junto a pinturas bien conocidas y conservadas en museos, como su famoso óleo Adán y Eva (1932), del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; La matanza de los inocentes (1936), del Museo de Bellas Artes de Valencia; Maragatos (1934), del Museo del Traje de Madrid, o Carnaval (anterior a 1936), del Centre Pompidou de París, se exponen por primera vez obras guardadas en la familia y en colecciones particulares, algunas hasta ahora en paradero desconocido y que se han ido localizando y recuperando en los últimos meses. Tras su presentación en Madrid, la muestra podrá verse en el Museo de Bellas Artes de Valencia del 7 de noviembre de 2024 al 16 de febrero de 2025.

Gitanos, 1934.

La obra de Rosario de Velasco es un magnífico ejemplo del denominado “retorno al orden” en España, un movimiento paralelo a la Nueva Objetividad alemana y al Novecento italiano, con un estilo que supo combinar tradición y modernidad. Rosario admiraba a pintores como Giotto, Masaccio, Piero de la Francesca o Mantegna, a Durero, Velázquez y Goya, pero también a los  artistas de vanguardia, como De Chirico, Braque o Picasso y a los protagonistas de esa vuelta al orden en Alemania e Italia que conoció a través de revistas y exposiciones celebradas en los años 1920 en Madrid.

Las blancas hojas de un nenúfar se entreabrieron, 1927. Dibujo para el libro ’Cuentos para soñar’, de María Teresa León.

En la exposición se muestra también su trabajo como ilustradora, que nos revela a una dibujante de gran versatilidad. Lo vemos, entre otras, en sus ilustraciones para la edición de 1928 de Cuentos para soñar, de María Teresa León, o las de Cuentos a mis nietos (1932), de Carmen Karr.

¿Dónde? Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas de exposiciones temporales, planta -1

¿Cuándo? Del 18 de junio al 15 de septiembre de 2024

*Imágenes: cortesía