Moda
No me andaré por las ramas. Reese Witherspoon se ha convertido en los últimos años en una de las mejores embajadoras del empoderamiento femenino. Motivos me sobran para avalar mi teoría. Abrir su propia productora y enfrentarse a los tiburones masculinos de Hollywood fue la piedra por no decir pedrusco en el camino que le hizo abrir los ojos. Y qué decir de la maravillosa serie (que protagonizó y produjo) Big Little Lies, donde todo el peso de la trama recae en personajes femeninos complejos y no estereotipados.
Sin embargo, hoy estoy aquí porque Reese ha expresado en voz alta una de las mayores verdaderas respecto a las relaciones sentimentales: «Huye de un hombre que no pueda soportar que seas ambiciosa. Corre». Y lo ha dicho al más puro estilo Beyoncé. Con un precioso abrigo de piel de Miu Miu sobre un short y un top negros y cara de «aquí mando yo, ¿entendido?». Ah, y en la portada de una revista, que así tiene mayor repercusión mediática. Chica lista.
«Hay muchos hombres que creen que la ambición en una mujer es sexy y apasionante», sentencia. Elemental, mi querida Reese. O bueno, no será tan elemental cuando hay que recordarlo por activa y por pasiva.
Amigas, que ningún hombre os corte las alas. Podrá parecer cursi y lo que vosotras queráis, pero es la realidad. Tener una relación sentimental sana pasa por conseguir tus propias metas y sueños, no en dejarlos a un lado para que tu pareja no se sienta herida en su orgullo de macho ibérico.
Y ya que estaba metida en faena, la actriz ha aprovechado para recalcar la tremenda y preocupante misoginia que se respira en Hollywood: «Mi primera apuesta como productora fue con el guión de Perdida [hace tan solo tres años]. Todos los estudios me lo echaron para atrás porque no estaban interesados en historias cuyos protagonistas fuesen mujeres. Sin embargo, todo cambió cuando el libro se convirtió en el número uno de los best seller a nivel mundial». Y tanto. Reese consiguió producirla y que David Fincher dirigiese a Ben Affleck y Rosamund Pike en esta cinta por la que esta última fue nominada al Oscar a Mejor Actriz principal.
El problema está en que nadie confió en ella cuando el libro, escrito también por una mujer, todavía no había despegado. De ahí que debamos seguir luchando por la visibilidad de las mujeres tanto en las relaciones sentimentales como en el ámbito laboral. ¿Quién está conmigo?
